Ingapirca es una floreciente parroquia de la Sierra Sur del Ecuador, con 240 Km2 y una población aproximada de 14.000 habitantes, de los cuales 2000 se hallan en el centro urbano (3.180 m.s.n.m) y los otros distribuidos en las comunidades indígenas o dispersos en el campo. El nombre lo toma del conjunto arqueológico monumental que todavía subsiste como una de las evidencias más importantes de la Historia Aborigen de los pueblos Cañari e Inca. Esta zona al igual que toda el área meridional del Ecuador (Provincias de Cañar, Azuay y Loja) se caracteriza por una variedad de suelos de areniscas cuarcíferas, rocas porfídicas y dioríticas, y conglomerados volcánicos que no llegaron a la formación de tobas de cangagua como ocurrió en el Norte.
La Provincia del Cañar ocupa un altiplano conformado por los contrafuertes meridionales del Nudo del Azuay, accidente geográfico e orográfico que marca una frontera o división entre dos regiones diferentes: la del Norte con tierras propias de un volcanismo moderno, y las del Sur con tierras procedentes de una volcanismo antigua. Geográficamente la delimitan por el Norte aquel Nudo del Azuay, por el Este y Sur los páramos de Curiquinga y Buerán, y por le Oeste la cordillera Occidental. El drenaje de su Hidrografía está fundamentalmente dado por los ríos Cañar que recoge las aguas de sus pequeños afluentes Huayrapungo y Silante; y el Pircay, llamado después Bulubulu y cuando llega al Pacífico, Taura.
Estas características hidrográficas y de diferente altitud han permitido que desde tiempos prehispánicos los habitantes de esta región gocen de las bondades naturales de variados pisos climáticos y ecológicos que desde los 4.650 metros descienden hasta los 500 sobre el nivel del mar. Obviamente, su repercusión fue extraordinaria en el aprovechamiento de productos andinos, interandinos, subtropicales y tropicales, tal como sigue ocurriendo en la actualidad.